Sobre nosotros

Atrapados en sus carreras, calendarios y el ajetreo constante de la vida diaria, Sjoerd se dedicaba a las finanzas y Sonia dirigía su propio negocio de cuidado infantil. La vida era plena, pero nunca realmente nuestra. Algo tenía que cambiar. Queríamos volver a sentir el sol, no solo verlo a través de una ventana.

Ese anhelo nos llevó al sur, a la costa andaluza, a un lugar donde las montañas se encuentran con el mar, y donde el tiempo parece respirar un poco más profundo. En La Caleta, Salobreña, encontramos más que sol, mar y paisajes. También encontramos espacio, sencillez y silencio.

Era tiempo de sal en lugar de estructura. Y decidimos compartirlo.

Sal y Silencio ofrece experiencias honestas y a pequeña escala en el mar, no para impresionar, sino para reconectar. Con nosotros mismos. Con la naturaleza. Y sentir una verdadera sensación de libertad.

Creemos que la aventura no tiene por qué ser ruidosa.

A veces, la verdadera emoción está en el silencio.